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Así afectan al email marketing las nuevas normas anti-spam de Gmail

Gmail, el servicio de correo electrónico de Google, ha anunciado que a partir de abril de 2024 aplicará nuevas medidas para combatir el spam y los correos no deseados que llegan a sus usuarios. Estas medidas podrían tener un impacto negativo en las campañas de email marketing de muchas empresas y organizaciones que utilizan este canal para comunicarse con sus clientes y potenciales.

¿Qué cambios introduce Gmail?

Según explica la propia compañía en su blog oficial, Gmail empezará a rechazar un mayor porcentaje de correos electrónicos que no cumplan con sus estándares de autenticación y seguridad. Estos estándares se basan en dos protocolos: el SPF (Sender Policy Framework) y el DKIM (DomainKeys Identified Mail).

El SPF es un sistema que permite verificar que el dominio del remitente de un correo es el que dice ser, y no uno falso o suplantado. El DKIM es otro sistema que permite firmar digitalmente los correos para garantizar su integridad y procedencia. Ambos protocolos sirven para evitar el phishing, el spoofing y otras técnicas de fraude por correo electrónico.

Gmail ya utiliza estos protocolos desde hace años, pero hasta ahora solo marcaba como sospechosos o enviaba a la carpeta de spam los correos que no los cumplían. A partir de abril, Gmail rechazará directamente estos correos, lo que significa que no llegarán a la bandeja de entrada de los destinatarios, ni siquiera a la de spam.

¿Cómo afecta esto al email marketing?

El email marketing es una de las estrategias de marketing digital más utilizadas y efectivas para generar tráfico, leads y ventas. Consiste en enviar correos electrónicos a una base de datos de contactos que han dado su consentimiento previo para recibir información, ofertas, novedades, etc. de una marca o negocio.

Sin embargo, el email marketing también se enfrenta al problema del spam, que perjudica su reputación y su eficacia. Según un estudio de Statista, el 47,3% de los correos electrónicos enviados en el mundo en 2020 fueron spam. Esto hace que muchos usuarios ignoren, borren o marquen como spam los correos que reciben, lo que reduce la tasa de apertura, de clics y de conversión de las campañas de email marketing.

Para evitar esto, las empresas y organizaciones que hacen email marketing deben cumplir con una serie de buenas prácticas que aseguren la calidad, la relevancia y el valor de sus correos, así como el respeto a la privacidad y las preferencias de sus contactos. Entre estas buenas prácticas se encuentran las de autenticar y proteger sus correos con los protocolos SPF y DKIM.

Si no lo hacen, se arriesgan a que sus correos sean rechazados por Gmail, que es el servicio de correo más popular del mundo, con más de 1.800 millones de usuarios activos. Esto supondría una pérdida de alcance, de visibilidad y de oportunidades de negocio para sus campañas de email marketing.

¿Qué pueden hacer las empresas y organizaciones que hacen email marketing?

Para evitar que sus correos sean rechazados por Gmail, las empresas y organizaciones que hacen email marketing deben asegurarse de que sus dominios están correctamente configurados con los protocolos SPF y DKIM. Para ello, deben seguir los pasos que indica Google en su página de ayuda.

Además, deben revisar y actualizar sus listas de contactos, eliminando los correos que hayan rebotado, los que hayan marcado sus correos como spam, los que no hayan abierto sus correos en mucho tiempo, etc. Así, podrán mejorar su reputación como remitentes y evitar ser penalizados por Gmail.

También deben segmentar y personalizar sus correos, adaptándolos a los intereses, necesidades y comportamientos de sus contactos. De esta forma, podrán ofrecerles contenido relevante y de valor, que les aporte beneficios y les incite a la acción. Así, podrán aumentar la tasa de apertura, de clics y de conversión de sus campañas de email marketing.

Finalmente, deben monitorizar y analizar los resultados de sus campañas, utilizando herramientas como Google Analytics, Mailchimp, Hubspot, etc. Así, podrán medir el rendimiento de sus correos, identificar los puntos fuertes y débiles, y optimizar sus estrategias de email marketing.